El Poder de la Cúrcuma

La cúrcuma es una planta medicinal que tiene una raíz larga de color amarillo intenso que es transformada en polvo y es usada como condimento en varios países y como colorante alimentario, especialmente en la India. Esta planta también se conoce como azafrán de raíz o como palillo. 

Además de ser usada muy a menudo en la culinaria, la cúrcuma también puede ser usada como remedio natural para mejorar problemas.

Los compuestos de la cúrcuma, llamados curcuminoides (la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina), le otorgan grandes propiedades medicinales a esta especia.

Sus aceites volátiles (turmerone, atlantone y zingiberene), proteínas, resinas y azúcares, también contribuyen su poder sanador. Además, para completar su perfil de ‘reina de las especias’, también contiene fibra dietética, vitaminas C, E y K, niacina, sodio, calcio, potasio, cobre, magnesio, hierro y zinc.

A continuación, vamos a comprobar cuáles son sus beneficios para la salud:

Trata trastornos hepáticos

Gracias a la ‘curcumina’, la cúrcuma es un excelente tónico biliar. Incluso, el resto de sus componentes hepatoprotectores sirven como coadyuvantes para eliminar piedras en la vesícula biliar y favorecer el drenaje hepático. Al tener propiedades antiinflamatorias, es recomendada para personas con ictericia, cirrosis hepática y trastornos de vesícula.

Es un potente antiinflamatorio

Los curcuminoides que tiene la cúrcuma le confieren grandes propiedades antiinflamatorias, llegando a ser casi tan efectivo como algunos medicamentos antiinflamatorios, pero sin los efectos secundarios de los mismos.

Por esta razón, es recomendada para trastornos en los que exista inflamación, como trastornos menstruales, enfermedad de Crohn, enfermedades del intestino, colon irritable, colitis, artritis, síndrome del túnel carpiano, obesidad, etc.